jueves, 1 de marzo de 2012

Todas las claves para pescar lucios en marzo

En las semanas anteriores al mes de marzo los lucios han estado mostrándose algo más apáticos hacia nuestros señuelos, en ocasiones siguiéndolos de manera errática, sin ganas o por simple curiosidad.Los machos especialmente forman bancos de varios individuos, la mayoría de las veces peces de pequeño tamaño, siguiendo a las grandes hembras allá donde vayan.
Se han producido capturas durante estas semanas, pero la verdadera actividad comienza ahora, a partir de los primeros días de marzo y las semanas posteriores, cuando la temperatura del agua sube algunos grados y la freza es más favorable.
Marzo es sin duda uno de los mejores meses para la pesca del lucio, ya que la mayoría de los ejemplares ocupan zonas cercanas a las orillas y eso facilita mucho su pesca y localización. Dependiendo del área geográfica en la que vayamos a pescar, los lucios habrán acabado ya la freza o estarán en pleno apogeo. Cuanto más al Sur de la península, mayores posibilidades de que las grandes hembras hayan descargado sus huevas sobre el lecho de ríos y embalses. Da igual que estén en plena freza o no hayan comenzado, durante este mes los lucios se muestran realmente agresivos y territoriales y no dudarán en atacar cualquier señuelo que lancemos al agua. Eso sí, la clave del éxito para una jornada fructífera ya sea en cantidad o en calidad, es elegir las mejores zonas, pues no en todas las orillas vamos a encontrar lucios.
CLAVE DEL ÉXITO
Como hemos comentado anteriormente la mayoría de los lucios estarán apostados en zonas cercanas a las orillas. En los embalses nos decantaremos por dos escenarios fundamentales en los que los lucios estarán localizados durante estas semanas del mes de marzo:
Réculas someras con vegetación subacuática
Estas reculas someras con vegetación subacuática son sin duda la mejor zona para albergar una gran hembra. Disponen de las mejores condiciones para depositar la puesta de las hembras de lucio. La vegetación sumergida y la escasa profundidad que presentan, beneficia el desarrollo de los huevos y el posterior crecimiento de los alevines. Estas zonas con vegetación son muy fértiles en alimento, tanto para los alevines como para los lucios, ya que los alburnos acuden a ellas con frecuencia en busca de comida.
No es raro observar en estas reculas las grandes hembras de lucio con su séquito de machos rodeándolas, esperando el momento mágico de la freza. En estos momentos los machos son especialmente territoriales y no dudarán en atacar cualquier artificial que se mueva alrededor de su perímetro. Estas reculas son un escenario perfecto para dedicarles tiempo y realizar numerosos lances con nuestros artificiales, ya que suelen dar peces con bastante facilidad, sobre todo machos, que son los más numerosos. Además debemos insistir, ya que los que suelen atacar primero son los machos, entrando posteriormente las hembras, cuando los lucios machos ya no están activos o ya han “probado” nuestro artificial.
RÉCULAS CON APORTE DE ARROYOS O RÍOS
Al igual que las reculas someras estas zonas son igualmente muy atractivas a la hora de albergar lucios. Simplemente se diferencian por el aporte de agua de los ríos y arroyos. Suelen ser reculas más oxigenadas y con un aporte de nutrientes mayor, pues la corriente de estos arroyos o ríos arrastra gran cantidad de alimento muy beneficioso para la puesta de las hembras del lucio. La mayor oxigenación del agua también ayuda igualmente en el desarrollo de la puesta y por eso suelen ser zonas muy querenciosas para las grandes hembras. Estas reculas también suelen presentar vegetación subacuática, lo que les hace aún mejores zonas. El que las hembras de lucio elijan unas u otras dependerá de la territorialidad y agresividad de los ejemplares, que hace que se repartan por diferentes zonas del embalse. Las hembras de mayor tamaño elegirán las mejores zonas para su freza, dejando las menos atractivas a las hembras de menor tamaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario